Experiencia Linux #6
Desde Mejico, Tuxpan, Veracruz

Saludos Franco:

Empecé a utilizar Linux hace un poco más de 3 años, después de que conseguí descargar Knoppix 3.2 con una recientemente contratada conexión de banda ancha.
Al principio usé Knoppix sólo como CD Live para irme familiarizando con su funcionamiento y desde el principio quedé encantado con la facilidad para reconocer los componentes del equipo y su estabilidad. Antes de un mes estaba instalando por primera vez Knoppix en disco duro y utilizando apt-get para tener un Debian actualizado.
Durante todo este tiempo he utilizado variantes de Debian Sid, es decir, la versión supuestamente inestable, que desde el principio ha sido mucho más estable que windows.
Al migrar a Linux eliminé de golpe virus, espías y pantallas azules. Esto me permitió ser más productivo en mi trabajo y me propuse realizar una migración lo más completa posible para no depender de sistemas operativos propietarios. Antes de finales del 2003 ya ocupaba Linux como mi principal sistema operativo y eran raros los casos donde tenía que cambiar a otros SO, principalmente para actualizar programas originalmente desarrollados bajo windows.
Inmediatamente pude usar Knoppix para recuperar datos y reparar instalaciones de Windows. También para poder utilizar una gran cantidad de programas en máquinas de mis clientes sin tener que descargar o instalar ningún archivo.
A principios del 2004 llegué a familiarizarme con el uso de paquetes de oficina de OpenOffice y empecé a usar algunos programas exclusivos de Linux. Cambié a C, Gambas, PHP y MSQL para desarrollar programas y bases de datos. Entre 2004 y 2005 descubrí algunos de los protocolos de Konqueror, como sftp, fish y smb, para editar directamente archivos en servidores remotos. Igualmente pude realizar con mayor facilidad o capacidad tareas como respaldos de información o clonación de discos.
Mientras tanto la funcionalidad y estabilidad de la interfaz gráfica KDE (que uso normalmente) aumentó en forma impresionante del 2003 al 2006, junto con mi productividad. En ese mismo lapso algunos activadores también progresaron una barbaridad, por lo que reconocer dispositivos (memorias USB, cámaras digitales, etc.) y utilizarlos al máximo es ahora mucho más fácil.
Durante 2005 descubrí también la capacidad de Linux para visualizar y procesar de material de audio y video. Igualmente algunos problemas para actualizar mis programas instalando desde Knoppix me llevaron a probar Kanotix. En CD y DVD Knoppix es el rey. Kanotix es la forma más sencilla y confiable de instalar Debian en disco duro.
En ese mismo año inicié con la instalación de Linux para mis clientes que presentaban problemas periódicos de infección o alentamiento de sus computadoras bajo Windows. Esto me ha dado la experiencia de que los jóvenes menores de 25 años pueden adaptarse con sorprendente facilidad al uso de Linux con interfaz gráfica, mientras que quienes aprendieron a usar Windows hace unos 10 años o más prefieren aferrarse a cualquier versión que les resulté familiar de este SO. Esto parece mostrar un patrón de conducta marcado por el hábito de uso y abre la posibilidad de migración a Linux sin mayores problemas para usuarios escolares y en ambientes como bibliotecas y cibercafés.
En el 2006 entré de lleno al manejo de máquinas virtuales, programar tareas mediante cron y automatizar el uso de la línea de comandos con guiones bash. Aumenté el número de instalaciones de Linux y empecé a trabajar con usuarios de Windows con más de 5 años de experiencia. Aquí he podido ver que una capacitación mínima del uso de los programas de entre 2 y 3 horas suele ser suficiente para que los usuarios puedan adaptarse bien
a Linux. Y ellos prefieren pasar por este proceso de adaptación que estar limitados a trabajar a cuentagotas con sistemas impresionantemente lentos o tener que reinstalar windows cada 3-6 meses.
También he usado Linux con el servicio de Cosmopod para tener acceso a servidores remotos en situaciones donde las paredes de fuego me impiden el acceso remoto. Una ayuda invaluable para recuperar información y realizar cambios en configuraciones o publicar páginas.
También preparé un entorno de escritorio similar al de Windows que ha facilitado mucho las migraciones. Basta que la imagen de fondo sea familiar para aliviar la tensión del cambio. Además se incluyen íconos para las aplicaciones mas utilizadas, a fin de que el uso del menú sea mínimo. Tuve que castellanizar el Kanotix para poder ofrecerlo a mis
clientes.
Desde el año pasado he instalado versiones actuales de Linux en máquinas bastante viejas, que ya no aspiraban a instalar ni siquiera Windows XP.
Esta tendencia de instalar Linux en equipos "obsoletos" va a crecer bastante con la introducción de Windows Vista y su voraz apetito por todo tipo de recursos.
Estoy en proceso de realizar una migración para un cibercafé, donde a la fecha ya se hizo una prueba 100% satisfactoria cambiando a Open Office. Ahí esperamos podemos introducir íconos vinculados a archivos de ayuda en forma de presentaciones o videos.
En resumen: Prácticamente todo mi trabajo actualmente lo realizo en Debian instalado desde Kanotix con interfaz gráfica KDE. Desde edición de textos, hasta programación, diseño gráfico, programas educativos para mis hijos, de intercambio de archivos o el manejo remoto de aervidores y archivos. Los programas de código abierto avanzan en forma increíblemente rápida y cada vez encuentro aplicaciones más especializadas y mejores que sus contrapartes comerciales. Ocasionalmente utilizo una máquina virtual con Windows XP para algunos programas que no tienen equivalente en Linux y que no he podido instalar con Wine.
Desde hace algún tiempo he ido recopilando mis notas sobre instalación, operaciones y corrección de errores en Linux Debian en http://tuxpan.sytes.net/linux/ para procurar que mi experiencia con Linux pueda serle útil a otras personas.
Parece que al fin nos acercamos a la visión de tener una computadora en cada hogar y oficina, con equipos cada vez más económicos, sistemas operativos confiables, flexibles y poderosos y una variedad de aplicaciones inimaginable hace algunos años. Todo gracias a una filosofía donde quien obtiene utilidades es quien debe pagar por el uso de programas.

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Julio Poisot De María
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